El deseo piensa sobre las piernas
aromas a madreselvas besan orgasmos
en mis manos desciende el viento
enredada desnudez que termina
en las bocas
pujar el placer que se sostiene en la lluvia
cuando la piel traga el bostezo rendido.
LEDESKA
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En tan breve poema se acumulan sinfín de variantes, imágenes que llevan a otras, cuando el deseo piensa. Saludos
ResponderEliminarMaravilloso Sandrica, como taladrar el deseo para sentirlo en su máxima expresión!
ResponderEliminarTienes una palabra sumamente elegante Sandra, besos, Tony
ResponderEliminarEsos dedos terminados en esclavitud, ese sexo deseando nuevos dedos, ese silencio que gime flores ... que belleza.
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